Por lo que respecta a las empresas, la dinámica difiere notablemente en comparación con los individuos particulares. En el ámbito empresarial, la Jubilación Patronal se autofinancia, evitando la extracción de capitales que podría ocasionar un desequilibrio financiero generalizado. Se considera que los fondos destinados a la Jubilación Patronal, que con el tiempo pueden alcanzar sumas significativas, permanecen activos y contribuyen al desarrollo de la empresa. En la práctica no existe una reglamentación que haga efectiva la Jubilación Patronal, para amparar con activos reales, o cualquier otro mecanismo, los Fondos o reservas Actuariales. Como resultado las empresas se encuentran en la triste realidad de que al momento de que tienen que pagar las obligaciones de la Jubilación Patronal o Indemnizaciones Laborales, no tienen en la práctica, ni un solo centavo para cubrir las obligaciones y el Fisco pierde cada año  ingentes cantidades por considerar como gasto deducible las provisiones actuariales. Es urgente establecer criterios unificados de manera civilizada y en un contexto estrictamente técnico, entre quienes prestamos este servicio. Este enfoque se fundamenta en el respeto y la consideración hacia la comunidad empresarial y el Estado Ecuatoriano, en vista de la creciente preocupación por una sobre valoración y concentración excesivas con el tiempo, que pueden llevar a una catástrofe financiera para el País. En SAAI, garantizamos que este escenario no se materializará, dado que estamos sujetos a rigurosas normativas actuariales internacionales.

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NORMATIVAS INTERNACIONALES

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